Fue una filántropa y benefactora de la niñez peruana, conocida como La abuelita de los niños. Fundó la Sociedad Auxiliadora de la Infancia, que promovió la creación de una Escuela Maternal para el cuidado y la enseñanza de niños huérfanos de 7 a 12 años de edad, así como la primera cuna maternal para hijos de las madres trabajadoras.
Nació el 27 de mayo de 1842 en Lima. Estudió en la escuela de Noel, y completó su educación con lecciones privadas de francés y de música. Contrajo con Juan Luis Dammert Amsink. Viajó a Francia y en París cultivó su personalidad mediante la lectura, y se interesó por la atención médica social a la madre y el niño. Al regresar al Perú en 1886, hubo de atender a la restauración de los estragos que la guerra y la ocupación extranjera causaran en sus bienes familiares. En octubre de 1894, formó una sociedad llamada Auxiliadora para asistir a los heridos en los hospitales y a los presos en las casamatas. Recibió apoyo del presidente Andrés A. Cáceres.
Impulsó el nacimiento de la Sociedad Auxiliadora de la Infancia, a la que habría de dedicar el resto de su vida. A través de dicha institución promovió la creación en 1896 de una Escuela Maternal. Sobre un terreno donado por la Beneficencia Pública fundó en 1902 la primera cuna materna para atender durante el día a los hijos de las madres trabajadoras (calle Los Naranjos, en Barrios Altos). Asimismo, inició la distribución de leche en las escuelas fiscales, convirtiéndose así en la precursora de los desayunos escolares.
Al celebrarse las bodas de plata de la Sociedad Auxiliadora de la Infancia (1919), se brindó reconocimiento público a la labor de Juana Alarco de Dammert y, tres años después, la municipalidad de Lima inauguró una estatua suya, en una plaza pública que hoy lleva su nombre. Sus últimos años de vida estuvo rodeada del cariño de sus colaboradoras de la obra benéfica. El 2 de agosto de 1932, Juana Alarco de Dammert falleció en Lima.
