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Bálsamo en medio de la orfandad
31.05.2020  
  • El 2 de junio de 1970, hace 50 años, una remontada peruana permitió un 3-2 sobre Bulgaria en el Mundial de México e hizo alegrar a millones de peruanos quebrados anímicamente por el terremoto y aluvión de Yungay en Huaraz.

El terremoto y aluvión del 31 de mayo de 1970 en Yungay, en el corazón del Callejón de Huaylas, y que también sacudió a todo el país, había dejado al Perú sumido en la tristeza y en la orfandad. Miles de peruanos habían muerto ante el impresionante aluvión que sepultó a Yungay a raíz del desprendimiento de una de las paredes de hielo del Huascarán… las escenas que dejó tan fatídico fenómeno eran patéticas, desoladoras, dramáticas…

El sentimiento colectivo había experimentado profunda depresión en todo el territorio peruano, depresión que también se sintió en la ciudad de León (México), donde el Seleccionado Peruano bajo la conducción del maestro Waldir Pereira (Didi) se aprestaba a debutar el 2 de junio ante Bulgaria en el estadio Guanajuato.

Por más discreción que hubo entre el plantel peruano, la catástrofe de Yungay llegó a oídos de los seleccionados, quienes no pudieron ocultar su preocupación, sobre todo el arquero Luis Rubiños a quien equivocadamente le dijeron que su tierra natal Trujillo había desaparecido.

Con la moral por los suelos y presa de nervios, el once peruano saltó al gramado y dicho estado de ánimo se dejó sentir en la primera etapa del encuentro, que terminó con el marcador 1-0 a favor de los búlgaros. El equipo anduvo desorientado. Sin rumbo.

 En el entretiempo el “café” en el camarín fue cargado…cronistas de la época relatan que en el cambio de ánimo del plantel jugó papel decisivo el dirigente Javier Aramburú Menchaca, quien los exhortó a no tirar la toalla y a jugar en el segundo tiempo con alma, corazón y vida, como dice el vals, en defensa del honor peruano.

Y para ser más estimulante lanzó emotivo mensaje:«Aramburú agarró tierra de una maceta que estaba fuera del camarín y dijo: ¡Muchachos, tierra del Perú, bésenla! Y nosotros, como éramos unos chiquillos, la besamos (risas) y salimos a jugar como unas bestias», relató el exmundialista peruano, Roberto Chale.

Efectivamente…la desorientación y el estado de ánimo del equipo que se encontraba en el sótano, de pronto se elevó por los cielos y los muchachos  empezaron a tejer y a practicar ese típico fútbol peruano, característico en su riqueza técnica y agudeza para explotar las rajaduras que presentaba la recia defensa búlgara.

Pero, llegó el segundo tanto búlgaro de un tiro libre con efecto que se le escapó de las manos a Rubiños.

Sin embargo el equipo supo reponerse. El jet Alberto Gallardo por el sector izquierdo intenta escapar por la línea de fondo,  engancha con la derecha y saca la bomba cruzada que estremece la red búlgara.

Ahora si viene la remontada afirmaban los fieles hinchas en la tribuna y en todo el Perú. Los toques y paredes entre entre Sotil y Cubillas eran un dolor de cabeza para los europeos. Falta contra Sotil…se preparan “Perico” León y Héctor Chumpitaz…León le cede la iniciativa al Capitán que dispara un misil a rastrón y marca el empate. El tercero y el del triunfo fue una pintura del “Nene” Teófilo Cubillas. Una jugada extraordinaria…gambetas por izquierda y por derecha que desubican a la defensa búlgara, para sacar fulminante derechazo. El arquero no llega y el balón atraviesa velozmente la raya para depositarse en el fondo de la cueva.

Así, los peruanos le dieron vuelta a la página descolorida de la primera etapa, para brindar un justo triunfo a la escuadra incaica que ese día jugó con camiseta roja. La alegría  fue inmensa para un pueblo lacerado en el alma por la desgracia de Yungay. “Hasta el lunes no hay colegio”, como diría Alfonso “Pocho” Rospigliosi.

No olvidar que en México 70 el Perú participó por primera vez en el torneo mundial con derecho propio y no en calidad de invitado. Antes eliminó nada más y nada menos que a la Argentina. Luego llegó el triunfo sobre Marruecos y la derrota ante Alemania Federal clasificando a los cuartos de final, donde enfrentó al poderoso Brasil de “Pelé” que terminó siendo campeón mundial. Pero esa es otra historia. Desde Miraflores, distrito que cobijó al Porvenir Miraflores, honores para la gran jornada del 2 de junio de 1970 en su 50 aniversario (JAC).

Miraflores, 31 de mayo de 2020.