Un grupo de extrabajadores de la Municipalidad de Miraflores pasaron la noche de Navidad frente al edificio edil ubicado en la avenida Larco como parte de la huelga de hambre que vienen realizando desde la semana pasada exigiendo regresar a los puestos del que fueron retirados, según aseguran, arbitrariamente.
Al respecto, la Municipalidad de Miraflores indicó que ellos no pueden resolver su pedido ya que los extrabajadores presentaron demandas que se encuentran pendientes en el Poder Judicial, el mismo que debe determinar si es que deben volver a sus puestos.
En comunicación con La República, Augusto Palomino, gerente de Asuntos Jurídicos de la Municipalidad de Miraflores, explicó que los reclamos tienen origen en las deudas laborales por 27 millones de soles no pagadas por las anteriores gestiones municipales y cuya cancelación no fue presupuestada en el actual ejercicio fiscal.
Ante ello conversaron en el mes de junio con los tres sindicatos implicados, de los cuales dos de ellos, que representan el 86% de los trabajadores sindicalizados, aceptaron un acuerdo para su pago en cuotas, el mismo que finalizará en diciembre.
No obstante, no llegaron al mismo consenso con el Sindicato de Trabajadores Obreros (SUTRAOMUN), que representa el 14%, el cual rompió el diálogo y rechazó la propuesta, exigiendo el pago inmediato de los 5 millones de soles adeudados.
La comuna les explicó que no podían atender dicho pedido ya que afectaría los servicios municipales y su equilibrio financiero-presupuestal. Palomino explicó que para poder pagar las deudas a los sindicatos tuvieron que reducir costos, sin embargo, cancelar los 5 millones de una vez era imposible.
Como recibieron una respuesta negativa de la municipalidad, los miembros del SUTRAOMUN empezaron a incumplir sus labores a modo de protesta. Según Palomino, los trabajadores acudían a marcar sus tarjetas en el horario de entrada, pero se iban y no realizaban sus funciones.
Luego de que la gestión se percató de dicho comportamiento, la oficina de Recursos Humanos de la Municipalidad de Miraflores los citó y les pidió que hagan su descargo, sin embargo, los 55 trabajadores no pudieron justificar el incumplimiento de sus turnos y fueron despedidos en el mes de junio. “Se consideró una falta grave”, explica el gerente de Asuntos Jurídicos.
A dichos trabajadores se les liquidó y 41 de ellos ya cobraron beneficios sociales por más de 90 mil soles. Los 14 cheques restantes con las liquidaciones ya están listos, pero no han sido cobrados, detalla la municipalidad.
Palomino precisó que los huelguistas cumplían con un régimen especial de cinco días de trabajo a la semana, en los cuales trabajaban seis horas. Por dicha labor percibían cerca de 5 mil soles mensuales.
Los empleados despedidos presentaron demandas en el Poder Judicial para exigir la reposición de sus puestos y al no encontrar respuestas, empezaron con la huelga de hambre desde la semana pasada.
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La actual gestión ha calificado la medida de fuerza como “huelga de hambre”, es decir, entre comillas, porque cuestionan la veracidad. Indicaron que los huelguistas se apuestan en la vía pública durante la noche, pero en el día se retira la mayoría y se turnan para quedarse unos cuantos.
“Al parecer se han equivocado de puerta, porque donde tienen que reclamar es en el Poder Judicial”, asegura Palomino. Explica que al haber demandas pendientes, ellos no pueden reponer en sus puestos a los extrabajadores por más que quisieran, pues desde que se interpuso la queja judicial, el único que puede resolverla es un juez y no ellos.
Asimismo, dijo tener imágenes de que entre los huelguistas se encuentran Juan Gilberto Ari Sullca y Jaime Tapia Huamán, quienes, si bien forman parte de los trabajadores despedidos, actualmente prestan servicio a la Municipalidad Metropolitana de Lima. “No entendemos a qué hora tienen tiempo para formar parte de la huelga de hambre”, asegura Palomino.
En medio de las versiones divergentes, entre la municipalidad de Miraflores y los extrabajadores, un grupo de vecinos convocó a través de las redes sociales a apoyar la huelga de hambre, pues consideran justas las exigencias de los manifestantes.
La República, 25 de diciembre de 2019.
